"Esta es la primera vez que este material se utilizó como medio de refuerzo contra terremotos”

En conclusión, estas varillas de fibra de carbono cubren ligeramente alrededor y por todo el edificio casi como una capa fina y translúcida. El resultado es una fachada aireada, orgánica y estructural que tiene una estética similar a una tela y al mismo tiempo extiende la resistencia y durabilidad para resistir el movimiento del suelo a través de una crisis sísmica. 

Utilizando tecnología informática, la ubicación de cada una de estas barras se evaluó completamente antes de su fabricación para reaccionar a la fuerza sísmica horizontal y al movimiento de norte a sur y de este a oeste. 

En general, Kuma ha convertido una sección de oficinas ordinaria en un edificio artístico vinculado a su programa; visual y funcionalmente. Las varillas diseñadas, juntas, actúan como soportes sísmicos y, a su vez, abren oportunidades para nuevas tácticas de refuerzo de terremotos y enfoques en arquitectura. La alta fuerza de tracción y la elasticidad del material hacen que las varillas sean diez veces más potentes que el hierro. "Esta es la primera vez que este material se utilizó como medio de refuerzo contra terremotos”, dice Kuma.

Los huecos que quedan entre las varillas delimitan las entradas de los edificios.

En definitiva, esta nueva tecnología, en caso de avanzar con su utilización generalizada, podría salvar muchas vidas. Sin embargo, por ahora se sigue haciendo pruebas en diversos edificios japoneses, aunque su dificultad principal es que sólo puede ser usado en construcciones de tamaño medio.